Consolidar el Pacto Histórico como un proyecto político electoral de izquierdas a nivel nacional implica, necesariamente, fusionar los 13 Partidos que lo integran en la actualidad en un Partido Único.
Declaró Mancuso…, otra vez; está declarando. No sabemos aún si al final aportará nuevas verdades, pero en esta ocasión le queda claro al país, sobre todo a las nuevas generaciones, la magnitud del horror que cometieron y aquellos que lo determinaron (las audiencias están en la red). Prácticamente todo el establecimiento estuvo implicado: muchas de …
El 21 de julio de 2020, el otrora congresista Gustavo Petro, radicó, junto con otros 3 senadores, el proyecto de ley número 136/20, que buscaba “delimitar, recuperar, restaurar y ordenar ambiental y agrariamente los playones”. Una iniciativa legislativa que, entre otras cosas, hubiera servido para atender los fenómenos de apropiación en los playones comunales, que …
El pasado 19 de junio se movió, luego de muchas décadas, el péndulo de la historia política en Colombia. El agotamiento de la sociedad con un modelo político y económico que ha desatendido los intereses y necesidades de las mayorías llevó a Gustavo Petro y Francia Marquez a la Casa de Nariño. Esta dupla llega …
Los Diarios del maestro Pessoa inician con una metáfora que compara a la humanidad con un insecto. En ella, somos una especie de mosca, cegada, que quiere avanzar hacia la luz, sin darse cuenta de que un vidrio nos separa de la verdad.
Por ser la guerrilla con mayor presencia en el territorio, la política nacional solía girar en torno al, llamémoslo así, «problema de las FARC». Que abandonaran las armas, a través del Acuerdo Final de Paz firmado en noviembre de 2016, es un hito con grandes efectos en la distribución del poder.
«No se trata sólo de su “orgullosa” inclinación por la ilegalidad, o de su “chavacan” desconocimiento del Estado y los problemas del país. Se trata también de lo que políticamente representa para los derechos y las libertades en Colombia. Sin sonrojarse, el señor RH, le propone al país un salto de regreso a lo peor del Siglo XVIII»
Quizá la tradición de apelar a la memoria y al reconocimiento de los ancestros, de los sabedores y sabedoras, presente en muchas comunidades de nuestro país, indígenas, afros y campesinas, nos permita servirnos de otras formas del padre, de la madre; menos infantiles y menos edípicas, más anudadas a lo simbólico, al saber que respeta el arraigo y la diferencia, y a vivir de manera colaborativa y respetuosa, aportando cada uno su falta, su deseo, su sueño, en lugar de tratar de obturarla. Quizá nos permita vivir un tanto descentrados del “pienso luego existo” que nos ha traído hasta acá, para matizarlo con el “soy porque somos”, necesario para vivir sabroso y caminar bonito, sin el goce de sacrificarnos a esos viejos “ídolos oscuros”.
A pocos días de la primera vuelta presidencial, la clase política en el poder se empeña en destruir lo poco que queda antes de una posible y forzosa retirada. Coletazos de la bestia consciente de su indisimulable derrota. Faltan pocas semanas para empezar a construir una institucionalidad que haga posible la democracia.
La Constitución Política de 1991 establece que Colombia es una República unitaria caracterizada, entre otras, por ser participativa y pluralista (Art. 1°); en consecuencia, reconoce derechos que garantizan las posibilidades colectivas de participación importantes –aunque insuficientes–, como el derecho a reunirse pública y pacíficamente (Art. 37°) o el derecho a expresarse libremente (Art. 20°). Garantizar el goce efectivo de estos derechos es un fin esencial del Estado y consiste, entre otros aspectos, en “facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación” (Art 2°) .