Adiós a la Procuraduría…

Todos esos recursos humanos y económicos pueden y deben direccionarse a una nueva institucionalidad que fortalezca la Fiscalía General de la Nación, para perseguir conductas relacionadas con la corrupción, como propuso Petro, y a la Defensoría del Pueblo, para robustecer su papel de garante de los derechos humanos y fundamentales, en aras de fortalecer la institucionalidad regional.